Celta y Real Madrid se ven las caras en la jornada 10 de LaLiga con el objetivo del conjunto blanco de alcanzar al FC Barcelona en la clasificación y ponerle presión de cara a su encuentro de este domingo frente al Sevilla en Montjuïc. Carlo Ancelotti sale con sus principales bazas, incluida la famosa BMV (Bellingham, Mbappé y Vinicius), por lo que Rodrygo paga de nuevo los platos rotos.
Los vigueses, por su parte, están en la zona tranquila de la tabla y un triunfo les acercaría a las posiciones europeas. Los vigueses, eso sí, tendrán un baja de gran relieve, como es la de su capitán Iago Aspas después de su expulsión frente a la UD Las Palmas. Por el mismo motivo no estará en el campo Ilaix Moriba.
El equipo de Claudio Giráldez ha salido sin complejos. Pese a no tener a Aspas, el equipo vigués ha formado igualmente con tres delanteros: Williot, Borja ‘El Panda’ Iglesias y Bamba. Los celtiñas no quieren especular con el resultado y su objetivo es sumar los tres puntos, aunque enfrente tengan al campeón de Europa.
Williot ha tenido en sus botas el primer gol tras una dejada espectacular de Borja Iglesias, pero ha fallado el mano a mano ante Courtois.
Carlo Ancelotti sigue empeñado en un sistema de juego en el que Kylian Mbappé juega de delantero centro, dejando la banda izquierda para Vinicius Junior. Esta combinación no acaba de funcionar, aunque siempre lleva peligro por la calidad individual de los futbolistas. Ancelotti prueba esta vez con Bellingham más tirado a la derecha. Un sistema innovador para encajar como sea a sus estrellas.
La diferencia entre el lesionado Dani Carvajal y su sustituto, Lucas Vázquez, es abismal. El Madrid no tiene la misma profundidad por el carril derecho, donde el lateral tiene más protagonismo al no contar por delante con un extremo nato.
En el otro lado, en la izquierda, Fran García sí que es más ofensivo, aunque le falta la contundencia defensiva de Mendy. El francés rota en escasas ocasiones, aunque esta vez Ancelotti ha pensado en los duelos frente al Dortmund en la Champions y el FC Barcelona en la Liga.
Todo ello en un esquema de juego con tres centrales, con Tchouaméni, en el medio que está provocando desconcierto.