El Real Madrid, tras medirse al Villarreal, no volverá a jugar hasta el próximo sábado 19 de octubre. Tras este nuevo parón internacional que arranca cuando acabe la novena jornada de Liga, la próxima cita de los blancos será a domicilio. En concreto, en Balaídos ante el Celta. Los de Ancelotti se medirán a un equipo al que le salió muy caro su encuentro disputado ante Las Palmas.
Y es que el equipo que dirige desde el banquillo Claudio Giráldez no podrá contar con dos de sus futbolistas titulares para recibir a los madridistas. El primero de ellos fue Ilaix Moriba, que vio dos amarillas por dos faltas cometidas y acabó siendo expulsado. La segunda cartulina fue demasiado castigo para la acción del centrocampista del Celta.
De hecho, la roja a el ex canterano blaugrana provocó las protestas de varios jugadores vigueses, que también vieron la amarilla. Fue el caso de Mingueza y de Iago Aspas, que se llevó la peor parte porque el colegiado cántabro Cordero Vega no dudó en mostrarle dos amarillas prácticamente consecutivas por protestar sus decisiones, por lo que el ’10’ celeste también acabó siendo expulsado.
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Ambos jugadores serán sancionados por el Comité de Competición de la RFEF, lo que les obligará a ser baja ante el Real Madrid el próximo sábado 19 de octubre a las 21 horas. Se trata, sin duda, de dos ausencias muy destacadas para el equipo de Giráldez, que pierde potencial antes de recibir a los de Ancelotti.